Justicia y Memoria. Responsable: Inés García Holgado

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Lugar: Buenos Aires, Argentina

Dedicado a los luchadores en la guerra civil española y en la postguerra en defensa de un mundo mejor, aquellos que defendieron un gobierno legítimamente constituído. A través de estos tres blog difundiré testimonios que forman parte de nuestra memoria histórica, escritos sobre los derechos humanos en la Argentina , en España, en Latinoamericana, experiencias del exilio y sobre todo aquello en lo que pueda ayudar a través de la palabra escrita en pos de luchar contra el silencio y el olvido que se cierne sobre la sociedad española de hoy. autorizaron a su publicación. Inés García Holgado

lunes, 31 de agosto de 2009

Desde Navarra. De nuevo, la presencia amenazante del fascismo
Memoriaren Bideak y Ayuntamiento de Vidángoz, 30-08-2009 - 30 Agosto 2009 Una vez más, hemos sido testigos de la presencia amenazante e hiriente del fascismo

Una vez más, monumentos destinados a la denuncia de sus crímenes y a homenajear públicamente a sus víctimas han sido atacados, esta vez abarcando buena parte de la provincia de Navarra. Como ya ha sido hecho público, esta vez se han realizado destrozos en varios cementerios de la Cuenca de Pamplona, así como en la escultura que en el monte Ezkaba recuerda a los presos del Fuerte de San Cristóbal o en la erigida entre Igal y Vidángoz en memoria de los esclavos del franquismo. Se trata, por lo tanto, de un ataque coordinado que también ha incluido llamadas anónimas.

Es evidente que es necesaria una denuncia pública de los hechos, y por ello tenemos que felicitarnos de que la mayor parte de las fuerzas políticas así lo haya hecho, con la excepción, más que significativa, del Partido Popular. Sin embargo, además de las denuncias públicas, y de las iniciativas judiciales que diversos colectivos y ayuntamientos hemos impulsado, entre ellos Memoriaren Bideak y el Ayuntamiento de Vidángoz, es necesaria también una reflexión sobre lo que implican estos ataques, una reflexión que nos ayude a prevenirlos, y que nos ayude también a conseguir uno de los principales objetivos del amplio movimiento de recuperación de la memoria histórica: Nunca Más para el fascismo. En nuestra opinión, esa reflexión debería tener en cuenta los siguientes aspectos:

1. La propia existencia de los ataques demuestra que todavía existen quienes justifican la matanza política emprendida en el año 1936. Desgraciadamente, los mismos ataques nos revelan la necesidad de seguir denunciando y deslegitimando este tipo de comportamientos. No es algo superado, todavía tienen presencia entre nosotros aquellos que añoran los tiempos de cruzadas y carnicerías, y esto es algo que atañe no solo las víctimas de entonces, sino a todas aquellas personas preocupadas por la defensa de los derechos humanos.

2. Por otro lado, se trata de ataques repetidos en el tiempo, y sin embargo no ha existido hasta ahora ninguna iniciativa institucional destinada a aclarar dichos hechos. Parece como si la presencia amenazante del fascismo no fuera una preocupación política de primer orden, por lo menos para quienes tienen los resortes del poder institucional. ¿Cuál es el motivo de semejante pasividad? ¿Es casual que quienes realizan estos ataques se muevan en un ambiente de impunidad?

3. Por otro lado, no sólo estamos hablando de pasividad ante los ataques, sino también de una clara falta de voluntad institucional de cara a impulsar un política de la memoria que reniegue del franquismo. No se hizo durante la transición, no se abordó plenamente con la Ley de Memoria Histórica, e incluso sigue siendo algo tabú para el partido gobernante en Navarra, UPN, que en claro fraude de ley se niega retirar el nombre del Conde de Rodezno de una de las plazas de Pamplona, algo impensable en otros estados que han sufrido dictaduras, como Alemania, Argentina o la República Sudafricana, por poner algunos ejemplos en los que se ha ido mucho más allá en las políticas públicas de la memoria.

4. Se hace necesario, por lo tanto, seguir impulsando un trabajo social destinado a dar a conocer la realidad de la guerra y la represión, un trabajo que suponga atender a los derechos de las víctimas (derecho a la verdad, a la justicia y al reparación) y que nos posibilite avanzar hacia un modelo de sociedad más justo. Este trabajo, que es realizado desde hace años por asociaciones de manera pública, pacífica y constante, es nuestra manera de hacer frente a la presencia del fascismo, y así seguiremos trabajando, por encima de ataques y amenazas.

5. Queremos terminar con un detalle que nos parece más que significativo. En el monolito situado en el puerto de Igal y Vidángoz, los fascistas no solamente arrancaron la placa en memoria de los esclavos del franquismo, sino que también arrancaron la cabeza a la paloma de la paz esculpida en la piedra. Provocaron la guerra, y siguen orgullosos de ello. Preocupante. Miserable.

Memoriaren Bideak

Ayuntamiento de Vidángoz

Hacia la Protección jurídica por ley de los lugares de la represión franquista como “lugares de la memoria”

Hacia la Protección jurídica por ley de los lugares de la represión franquista como “lugares de la memoria”

Nuestra “ley” de la memoria no establece una protección efectiva de los lugares de la represión franquista diseminados por todo el país – lugares de fusilamiento, fosas comunes, simas y otros lugares de ejecución a lo largo y ancho de todo el territorio, penales y lugares de trabajos forzados, lugares de tortura, edificios hoy anónimos pero que fueron centros de detención ilegal de adultos, madres y niños, en ocasiones presuntos escenarios de desapariciones infantiles, etc – ni articula políticas activas para la integración de dichos lugares en el urbanismo de nuestras ciudades ni la incorporación de sus nombres e identidades en nuestras ciudades.

Puestos acopiar el modelo de la Orden de 1 de mayo de 1940 sobre “exhumaciones e inhumaciones” se podía haber tomado constancia al menos de las medidas de protección de los lugares de enterramiento como las de la Orden de 4 de Abril de 1940 “Disponiendo que por los ayuntamientos se adopten medidas que garanticen el respeto de los lugares donde yacen enterradas las víctimas de la revolución marxista” (Boletín del Estado de 5 de abril de 1940, página 2320) o se podía haber mirado la actuación de las autoridades de la República de Argentina estableciendo institutos autónomos de promoción de los derechos humanos y la memoria de los crímenes, con la participación de las asociaciones de desaparecidos y de derechos humanos, en lugares como la ESMA y promoviendo la recuperación de lugares como el Centro de Detención Clandestino “Club Atlético”, inicialmente derribado para la construcción de una autopista y posteriormente en restauración.

De hecho, algunos de estos lugares por su especial significación histórica sumado a la inhumanidad de los actos de genocidio llevados a cabo por la dictadura merecen ser promovidos en virtud de su “valor universal excepcional” por el Gobierno de España, con el apoyo activo por parte de autoridades autonómicas y locales, para su inscripción en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, en razón de la significación para la entera humanidad de los acontecimientos acaecidos en los mismos. Dicha iniciativa contaría con varios antecedentes en la praxis del organismo internacional como el reconocimiento como tal en 1979 de los barracones e instalaciones de “Auschwitz Birkenau”, el reconocimiento del excepcional valor universal de las instalaciones de trata de esclavos en la Isla de Goree en Senegal en 1978, el reconocimiento en 1996 del Memorial de la Paz de Hiroshima, o Cúpula de Genbaku, estructura del único edificio que permaneció en pie, y el de el puente de Mostar destruido durante la guerra en la antigua Yugoslavia y que tras ser reconstruido con la participación de cascos azules españoles fue promovida su inscripción como Patrimonio de la Humanidad en 2005 como símbolo de la cooperación internacional y de la coexistencia de distintas comunidades culturales, étnicas y religiosas. Las víctimas de todos estos lugares, su permanente recuerdo merecen ser honradas y recordadas por la humanidad.

En el caso español se toma especial conciencia del especial significado e impacto en la conciencia de la humanidad del genocidio de Badajoz, las primeras de esa escala contadas al mundo por los corresponsales extranjeros presentes que hacen de esta ciudad el primer Srebrenica, el árbol de Guernika, durante años símbolo de los horrores de la guerra inmortalizado el bombardeo en numerosas obras artísticas y literarias, o la ciudad antigua de Belchite conservada.

Los firmantes del presente manifiesto mostramos nuestro rechazo ante hechos recurrentes como los recientemente perpetrados por las autoridades locales de Granada al retirar la plaza de los 2400 asesinatos y desapariciones del franquismo, actos como la reiterada de nombres de calles como la dedicada a Margarita Nelken en Badajoz, y pedimos al Gobierno de España:

1- Que se cree un mapa integrado de todos los lugares de la memoria de los crímenes contra la humanidad del franquismo en España. Que se dé difusión del mismo y se incorpore a los libros de texto y a todos los niveles de la enseñanza tal y como exige Naciones Unidas como forma de reparación para las victimas de violaciones manifiestas de los derechos Humanos (Resolución 60/147, aprobada por la Asamblea General el 16 de diciembre de 2005) y como parte del “deber de recordar” que incumbe al Estado en virtud de los principios ONU de protección de los Derechos Humanos mediante la lucha a la impunidad (Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, 8 de febrero de 2005), o textos internacionales como los Chicago Principles.

2- Que de igual modo que en Argentina se reconozcan, regulen y se protejan todos los “lugares de la memoria” como instituto autónomo, participado por las asociaciones, familiares de víctimas y autoridades locales, autonómicas y estatales, desde los que, al igual que prevé la ley argentina 961/2002 recuperar y conservar cada uno de dichos lugares así como promover “su integración en la memoria urbana”, pero mucho más ampliamente promover activamente “el resguardo y transmisión de la memoria de los hechos ocurridos” y “la profundización del sistema democrático, la consolidación de los derechos humanos y la prevalencia de los valores de la vida, la libertad y la dignidad humana”. De modo que se garantice el respeto de dichos lugares, de las placas y otros elementos conmemorativos, sea cual sea el signo de la mayoría política en el ente local o parlamento autonómico, y como lugar de permanente recuerdo y promoción activa de los derechos humanos y los valores democráticos de convivencia y solidaridad, de modo que cada uno de los escenarios del horror se convierta en un lugar de encuentro para construir futuro desde dichos valores y el sentido homenaje a victimas y familiares por parte de las instituciones que jamás debió faltar una vez recuperada la democracia en España.

3- Que el Gobierno de España abra un debate para instar la presentación dentro de sus competencias ante el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO de lugares como el muro y Plaza de toros de Badajoz – en la medida en que sea posible abordar su reconstrucción como lo fue el puente de Mostar por cascos azules españoles -, y de otros escenarios de análoga significación como Guernika, Belchite, el Campo de trabajo forzado de los Merinales y otros escenarios del genocidio franquista dado su reconocible valor universal excepcional de conformidad con los mismos criterios empleados para el reconocimiento de esos otros lugares antes citados.

4- Que como parte de los deberes de reparación derivados de esa misma Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas 60/147, y siguiendo la practica constante de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos el Estado español garantice que se dé el nombre de calles y edificios públicos de las localidades de los desaparecidos y asesinados del franquismo, que se coloquen placas que indiquen sus lugares originarios de residencia como forma de reparación y homenaje.

5- Que como parte del deber de recordar que incumbe al Estado se ponga en marcha un “Archivo biográfico familiar” de cada uno de los desaparecidos, dirigido a recoger y preservar en distintos soportes los testimonios de los familiares de los desaparecidos y niños perdidos recobrados como parte de un memorial a los héroes de la Segunda República Española donde se recojan todos sus nombres y que recuerde a las futuras generaciones el genocidio franquista y las voces de sus supervivientes

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domingo, 30 de agosto de 2009

PRIMO LEVI: EL DEBER ÉTICO DE MANTENER LA MEMORIA HISTÓRICA

José Ramón Villanueva Herrero

En estas fechas estivales se ha recordado con diversos actos el 90º aniversario del nacimiento de Primo Levi (1919-1987), escritor y pensador italiano, judío de origen sefardí, considerado el precursor de la literatura y la memoria histórica del Holocausto (“Shoah”, en hebreo).

La vida de Levi, un joven químico turinés integrado durante la II Guerra Mundial en el grupo partisano “Justicia y Libertad”, quedó marcada para siempre tras su paso por los campos de exterminio (“Lagers”Guiño nazis. Capturado por la Milicia Fascista mussoliniana en diciembre de 1943, fue entregado al ejército de ocupación alemán para ser posteriormente deportado a Auschwitz, el más siniestro de los campos de exterminio hitlerianos, donde permaneció hasta la liberación del mismo por el Ejército soviético en enero de 1945. De los 650 judíos italianos (“piezas”, en la terminología nazi) que fueron deportados en el mismo convoy que Levi, sólo sobrevivieron cuatro personas.

El tremendo drama de la Shoah, vivido y sufrido por Levi, lo plasmó en su libro Si esto es un hombre (1947), una obra fundamental de la literatura contemporánea, una de las publicaciones más importantes del s. XX, la cual ha tenido múltiples ediciones en diversos idiomas y ha sido objeto de varias versiones radiofónicas y teatrales.

Ciertamente, en estas fechas en que se honra a Levi, resulta una lectura recomendable. He empleado la edición española (Barcelona, Muchnick Editores, 1987). Debemos de señalar, de entrada, que el libro no añade nada nuevo en lo referente a los detalles atroces que caracterizaban a los campos de exterminio nazis sino que, como Levi indica, el objeto de su obra es “proporcionar documentación para el estudio sereno de algunos aspectos del alma humana” en situaciones límite como las que existían en Auschwitz. Y es que no había palabras para expresar lo que Levi denomina como “la destrucción del hombre”, el trato brutal al cual eran sometidos las prisioneros considerados como “infrahumanos” por los nazis (judíos, gitanos, eslavos), su explotación sistemática y cruel, su muerte programada con una frialdad y metódica precisión (Levi nos recuerda que, Auschwitz logró la “horrenda primacía” entre todos los campos de exterminio al lograr la enorme cifra de “24.000 muertos en un solo día en agosto de 1944”. Una frase del libro resume la destrucción física y anímica del ser humano a manos del nazismo: “hemos llegado al fondo. Más bajo no puede llegarse: una condición humana más miserable no existe, y no puede imaginarse”.

Levi distingue dos tipos de prisioneros: los “hundidos”, los que se desmoronan ante aquel inmenso cúmulo de sufrimientos, los que pierden toda capacidad de resistencia y acaban irremisiblemente en la cámara de gas y el crematorio, y los “salvados”, aquellos que con mayor fortaleza física y anímica, luchan a cada instante por sobrevivir. Muchos años después, Levi volvería a este tema en su libro titulado así, precisamente, Los hundidos y los salvados (1986).

A lo largo del libro se alude a diversos personajes y grupos de deportados: habla con emoción de los judíos griegos deportados de Salónica (admirables, tenaces y solidarios), muchos de ellos con seculares raíces que se remontaban a los judíos expulsados de Aragón en 1492; recuerda la llegada masiva de deportados húngaros durante la primavera de 1944, momento en el cual el diplomático zaragozano Ángel Sanz Briz intentaba desesperadamente salvar a la comunidad sefardí de Budapest. Con profunda emoción alude Levi a algunos presos que, en medio de aquel infierno, supieron mantener la dignidad humana, sobreponiéndose a tanta depravada deshumanización. Este fue el caso de “Lorenzo”, que salvó la vida de Levi y que “con su manera tan llana y fácil de ser bueno, que todavía había un mundo justo y fuera del nuestro, algo y alguien todavía puro y entero, no corrompido ni salvaje, ajeno al odio y al miedo”.

Es importante señalar que Si esto es un hombre es un libro incluido desde hace años en los contenidos didácticos del sistema educativo de Italia, destinado a la educación cívica de los escolares. Es por ello que, en 1976, Levi le incorporó un apéndice en el cual recogía las preguntas y respuestas más habituales que los estudiantes le fueron haciendo durante años en relación a la tragedia de la Shoah. En dicho apéndice trata temas como su rechazo a odiar a Alemania y los alemanes por sus crímenes, lo cual no supone que conceda un “perdón indiscriminado” hacia los culpables. Frente a los que maquillan la tragedia en base a teorías negacionistas y revisionistas afines al neofascismo, afirma que el pueblo alemán sabía que se estaba perpetrando un genocidio de inmensas proporciones y, por ello, lo considera “plenamente culpable” ya que, “quien sabía no hablaba, quien no sabía no preguntaba, quien preguntaba no obtenía respuesta”. Alude también a la dificultad de huir y de efectuar rebeliones masivas en los Lager (pese a que las hubo en Treblinka, Sobibor, Birkenau o el “ejemplo de extraordinaria fuerza moral” del levantamiento del guetto de Varsovia); analiza el odio fanático del nazismo para con los judíos, o el eterno dilema de los supervivientes entre olvidar la tragedia o recordarla para mantener viva su memoria. En este sentido, Levi es claro y contundente ya que nos recuerda que “meditar sobre lo que pasó es deber de todos”.

Tras reconocer que sin la dramática experiencia de Auschwitz el químico Levi es muy probable que nunca se hubiese dedicado a la literatura (que le hizo merecedor de varios premios y ser candidato al Nobel) y a la defensa de la memoria histórica, admite que sobrevivió porque tuvo suerte y voluntad, ya que pudo sustraerse a aquella “total humillación y desmoralización que condujo a muchos al naufragio espiritual” y pudo seguir siendo un hombre, mantuvo su dignidad y valores.

Levi no fue un historiador, ni lo pretendió ser, fue un testigo que relata los hechos para que la memoria permanezca viva en las generaciones futuras. Por ello, sentó las bases del testimonio, ya que fue un pensador a partir del cual se empezaron a elaborar las teorías filosóficas y educativas en relación a la Shoah, el papel y la necesidad del testigo en la historia para que el lector tome conciencia de la barbarie fascista, lo condene y actúe cimentando la sociedad sobre los valores del respeto y la libertad. Es por ello que, como indica en el libro, utilizó “el lenguaje mesurado y sobrio del testigo; no el lamentoso lenguaje de la víctima ni el iracundo lenguaje del vengador: pensé que mi palabra resultaría tanto más creíble cuanto más objetiva y menos apasionada fuese; sólo así el testigo en un juicio cumple su función, que es la de preparar el terreno para los jueces: los jueces sois vosotros”.

Esa es la fuerza moral, el impulso ético y la necesidad de mantener siempre viva la memoria histórica. Por ello este libro lo siguen estudiando los escolares italianos porque, como pensaba Levi, sólo la educación cívica de la juventud será la mejor garantía para salvaguardar los valores democráticos y evitar en un futuro tragedias como la Shoah, Gernika, Sarajevo, Rwanda o tantas otras.

Por ello, 22 años después de su muerte, Primo Levi sigue vivo en la memoria y la lectura de Si esto es un hombre (y el estremecedor poema que da título al libro), es un buen homenaje para aquel judío italiano de origen sefardí que nos compromete en el permanente deber ético de la defensa de la memoria histórica y la dignidad humana frente a todo tipo de fascismo.

Este domingo se celebra el Día Internacional de los Desaparecidos


Este domingo se celebra el Día Internacional de los Desaparecidos

MADRID, 28 (SERVIMEDIA)

Amnistía Internacional lamentó hoy que la futura reforma del Código Penal en España no contemple como delito imprescriptible la desaparición forzada, aunque valoró que el Gobierno haya hecho todos los trámites necesarios para ratificar el próximo mes de septiembre la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

Con motivo del Día Internacional de los Desaparecidos, que se celebrará el próximo domingo, Amnistía reclamó al Gobierno español “coherencia” en sus iniciativas legislativas, ya que el actual anteproyecto de ley de reforma del Código Penal no prevé la desaparición forzada de personas como delito autónomo imprescriptible.

Por ello, recomendó que se incluya el delito de desaparición forzada de personas dentro del título de “delitos contra la comunidad internacional” y se defina conforme a las exigencias del derecho internacional.

Tras la aprobación de la Ley de Memoria Histórica en 2007, Amnistía lamentó que este texto dejase al margen a víctimas de graves crímenes de derecho internacional, como las víctimas de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales o torturas durante la Guerra Civil y el franquismo.

Amnistía señaló que decenas de miles de personas fueron víctimas de estos graves crímenes, pero el Gobierno no facilita información sobre los desaparecidos, se limitan las vías de acceso a la justicia a los familiares y el Estado no asume su responsabilidad sobre exhumaciones de acuerdo a la normativa internacional.

Además, el Grupo de trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas está pidiendo desde 2005 al Gobierno español información sobre tres casos de desapariciones forzadas durante la Guerra Civil y el franquismo, pero el Ejecutivo aún no ha satisfecho esta demanda.

Por otro lado, Amnistía Internacional censuró que el debate sobre las competencias judiciales de los casos de desaparición forzada consolide “un clima de impunidad”, ya que sólo tres juzgados de localidades con fosas identificadas de desapariciones forzosas han abierto diligencias e investigan la causa, de los 43 juzgados a los que cedió la competencia la Audiencia Nacional.

Por último, Amnistía recalcó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tiene la responsabilidad de llevar a cabo todas las gestiones posibles y exigir al Ejecutivo de Estados Unidos que aclare el paradero del español Mustafá Stemariam, detenido en noviembre de 2005 en el marco de la “guerra contra el terror”, puesto después bajo custodia de aquel país y actualmente desaparecido.

(SERVIMEDIA)

28-AGO-09

viernes, 28 de agosto de 2009

CINCO MUERTES OLVIDADAS
La trágica pesca de Franco en la Concha
La propaganda franquista ensalzó el Azor, el yate de Franco, como escenario de grandes capturas pesqueras del dictador. La historia oficial no recoge que también segó la vida de cinco donostiarras en la Concha. Los hijos de uno de ellos han ayudado a GARA a reconstruir uno de los dramas olvidados del franquismo.

Gari MUJIKA
El pasado 13 de setiembre, cuando se cumplían 72 años desde que las tropas franquistas se adentraron por las calles de Donostia tras dejar un reguero de sangre por las cunetas de Nafarroa, los jardines de Alderdi Eder acogieron el primer gran acto público en homenaje a las víctimas del franquismo en la capital guipuzcoana. Entre una extensa e inacabada lista de fusilados, por boca del historiador Iñaki Egaña saltaban cinco nombres que, al igual que los cerca de 380 fusilados identificados hasta la fecha, permanecían ocultos a la memoria histórica de la ciudad y de Euskal Herria.
José de Miguel, guardia municipal de 39 años; Benito Amiano, de 38 años; María Andrea Dolores, de 26; Manuela Rozado, de 20; y el niño José Ramón Rubial, de 9 años. Cinco nombres y cinco vidas que el infortunio quiso que se acabaran en la Bahía de la Concha. Pocos serán, seguramente casi nadie, los que en la capital en la que veraneaba el dictador Franco -emulando la tradición instaurada por los Borbones desde finales del siglo XIX- recuerden lo que sucedió aquel 19 de agosto de 1957. Y menos todavía los que conozcan qué ocurrió realmente en aquel aciago anochecer.
Mientras centenares de donostiarras rebeldes permanecían encarcelados en la prisión de Ondarreta, como era costumbre cada vez que el general fascista visitaba la ciudad, Franco copaba titulares en los medios bajo su control. Pocos días antes del suceso, el 7 de agosto, los diarios del Movimiento mostraban a un orgulloso Franco junto a un atún que, según especulaban, pesaba más de mil kilos. En la instantánea, «el Caudillo» muestra al ejemplar colgado de un mástil de su yate Azor, en medio de la bahía donostiarra.
«Los peces se habían dado un festín...»
No habían transcurrido ni dos semanas cuando, el 19 de agosto, el Azor fue protagonista de otra cacería muy diferente, cobrándose vidas humanas. Una de las motoras que todavía realizan el trayecto entre el puerto donostiarra y la isla Santa Clara fue embestida y hundida en cuestión de minutos por la nave del dictador. Cinco personas fallecieron ahogadas y, casi al mismo tiempo, iban a quedar sepultados sus nombres, su memoria y la verdad de lo ocurrido.
No hay más que ver los rotativos de la época para comprender que todos dieron cuenta del «accidente» con un mismo texto, con análogo título y un espacio reducido en páginas interiores, pese a la gravedad objetiva del caso. «Accidente marítimo en la bahía de la Concha», informaban «La Voz de España» y «El Diario Vasco». Ambos insistían en que Franco no se encontraba a bordo del yate en el momento de la embestida e incidían en que «inmediatamente, el comandante y toda la tripulación del yate, con gran decisión, se lanzaron al agua y en menos de diez minutos consiguieron poner a salvo a los numerosos pasajeros de la lancha». Todo un acto «heróico» que, gracias a la eficacia de la maquinaria del régimen, quedó inscrito en todas las crónicas tal y como querían los franquistas.
La prensa añadía que incluso los ministros españoles de la Marina y del Ejército acudieron al fulminante sepelio que se ofició en el Buen Pastor. Lógicamente, a cualquiera le «chirría» la versión oficial. Más todavía después de conocer el relato que un nieto de Benito Amiano transmitió al historiador donostiarra Iñaki Egaña. Con objeto de aclarar y añadir nuevos datos al desconocido suceso, le reveló una versión extremadamente más dura, pero acorde a los procedimientos totalitarios de la dictadura.
El testimonio señala que, tras el suceso, por miedo «al revuelo que se podía montar» en la ciudad, los cuerpos sin vida de los ahogados «permanecieron en el mar tres o cuatro días. Mis tíos fueron a reconocer el cuerpo de mi abuelo, y te puedes imaginar cómo estaba: los peces, cangrejos... , después de tantos días en el mar, se habían dado un festín con su cara y extremidades; ella aún se acongoja cada vez que lo recuerda».
A raíz de ese dato, GARA pudo contactar con los familiares de Amiano en Logroño, lugar en el que residían, aunque Benito Amiano era donostiarra. Julia Amiano Munilla y sus hermanos Blanca y Benito, que aquel fatídico día tenían respectivamente 14, 10 y 2 años, han recibido a este diario en su casa y han ofrecido su testimonio. El paso de tantos años no ha difuminado los detalles de lo ocurrido ni su interés en que se conozca la verdad.
Para Julia, todo comenzó con la llamada de urgencia de un vecino durante la noche del 19 al 20 de agosto. La información era escasa; solo tenían constancia de que su padre había muerto en un accidente. «Pensamos que, como era chapista, el accidente habría ocurrido en el taller, trabajando con algún coche», apunta. Con tan sólo catorce años, partió rápidamente acompañando a su madre. Recuerda que hacia las 6.00 del lunes 20 el tren ya les había llevado hasta Donostia. Acudieron directamente al domicilio familiar, y allí fue donde su abuela les informó de cómo se había producido todo.
«Franco iba en el yate»
«Nos dijeron que había sido Franco, que venía de pescar de Getaria y que no vieron la barca [el Azor la partió en dos]. En la barca irían más de 30 personas, sobre todo familias con niños pequeños que volvían de pasar el día en la isla, en el último barco», prosigue Julia Amiano, con una mezcla de resignación y enfado. Según les dijeron, «Franco iba en el yate; lo primero que hicieron fue llevarle a Ayete y después volver a por los accidentados» .
«En ese momento dijeron que podía ser un sabotaje, algo que no era muy lógico viendo que la barca estaba repleta de niños y familias. Sin pararse a pensar en la gente ni recoger a los heridos, llevaron a Franco a Ayete para ponerlo a salvo, y luego volvieron. Pero ya habían muerto ahogados cinco personas, entre ellos mi padre. Quizás, si por lo menos los hubieran rescatado inmediatamente, no habrían muerto tantas personas», lamenta.
El accidente no se pudo ocultar, lógicamente, por el lugar en el que se produjo y la cantidad de testigos que sobrevivieron, pero un mutismo derivado del miedo a posibles represalias se apoderó de la ciudad.
Los siguientes días fueron aún peores para la familia Amiano-Munilla. Desde el domingo 20 de agosto, tanto Julia como su madre se acercaban todas las noches al puerto en busca de noticias sobre su padre. Allí seguía la motora, partida en dos. Nada más. Pero en el acceso a la Bahía de la Concha, junto a la isla, desde el día del accidente aparecieron mucha boyas que acotaban una zona, con acceso vetado, en el que se podían ver a «hombres-rana» , es decir, buzos.
A los dos días del accidente, el martes, se oficiaron los funerales por los cinco ahogados. «Pusieron cinco cajas fúnebres pero, claro, allí sólo se podía hacer el funeral de tres, porque el cuerpo de mi padre y el del guardia municipal, que era el guarda de la isla, aún no habían aparecido», explica Julia. Subraya que Franco no acudió al acto, aunque sí todo un elenco de autoridades que les dieron el pésame. Nada más.
Mientras, como en días anteriores, una noche sí y a la siguiente también, al puerto no llegaba ninguna noticia pero, gracias a algunos pescadores conocidos, los Amiano fueron informados de que los cuerpos sin vida de su padre y del guardia municipal estaban amarrados en el fondo del mar, en el lugar acotado por las boyas y los buzos.
«Nunca se me olvidará aquello»
«El sábado por la noche ya no vimos las boyas, y enseguida pensamos que ya los habrían sacado. Y así fue. Llamaron a casa de mi abuela para que fueran a reconocer el cadáver. Fueron mis tíos, sus hermanos, y volvieron enfermos de la impresión que les había causado, porque sólo pudieron identificarlo por los restos de la ropa. Los peces, durante tantos días, se habían comido todo: la cara, las extremidades. ..».
Tampoco les informaron del entierro de los dos cuerpos sin vida. Pero a primera hora de la mañana, previendo lo que luego ocurrió, se presentaron en el cementerio de Polloe. «Preguntamos al enterrador -su hermano Benito apunta que, casualidad, también eran familia por parte paterna- y él nos dijo que ya habían sido metidos en la fosa. En una fosa sin nombre ni nada. Nos la enseñó. Estaba abierta. Mira, tenía 14 años, pero nunca se me olvidará aquello. No se podía parar del mal olor que había, por la descomposició n de los cuerpos por tantos días que pasaron sumergidos en la mar».
Los familiares de José de Miguel Martínez, originario de Los Arcos, se hicieron cargo del cadáver y lo trasladaron a la localidad navarra. La familia Amiano-Munilla, sin embargo, no pudo costear los gastos y colocaron una lápida con una pequeña leyenda. A posteriori recibieron 5.000 pesetas de la época en concepto de «donativo del Caudillo». Una minucia teniendo en cuenta que la viuda de Amiano tenía tres bocas que alimentar. Y hasta hoy. El silencio se impuso en aquel periodo que Jaime Mayor Oreja ha definido como «de extraordinaria placidez».
El archivo judicial da la oportunidad de conocer, por ejemplo, que Manuela Rozado era, como el dictador, gallega, de Pontevedra. Pero nada más. Los encargados del archivo municipal de Donostia sólo ofrecen el acceso a las actas de los plenos del mes de setiembre, en los que no consta ni un solo dato. Sí figura, sin embargo, la subida del salario a los guardias municipales que acordó el equipo de gobierno y la concesión de la Medalla de Plata de la ciudad a Ur-Kirolak. A pesar de que uno de los fallecidos era también guardia municipal y pese a que ha transcurrido más de medio siglo para que esa información, por ley, sea de interés histórico, los encargados del archivo rehusaron facilitar a GARA la información requerida.
Aunque cueste mucho que la verdad emerja, ni aquellas 5.000 pesetas ni los vetos más taxativos han podido eliminar estos nombres de la memoria. Otras cinco víctimas del franquismo que esperan reconocimiento oficial.
Del veraneo de Felipe González a la oxidación en Tierra Burgalesa
El conocido yate de Franco contó con un predecesor: el Azorín. En ese barco, por ejemplo, el dictador mantuvo un encuentro de Estado con Juan de Borbón, el padre del actual rey de España, también en medio de la Bahía de la Concha, en 1948.
Al siguiente año, en 1949, los astilleros Bazán de Ferrol, localidad natal del dictador, construyeron el Azor. Un barco que habitualmente, además del dictador y sus invitados, navegaba con 41 marinos a bordo. Hasta la muerte de Franco, sirvió de yate de recreo. Y también después. En 1985, el político andaluz que tres años atrás había llegado a la presidencia del Gobierno español, Felipe González, protagonizó uno de los episodios por el que más críticas recibió tanto de sus detractores como de sus defensores. El líder del PSOE realizó un crucero a bordo del Azor entre Lisboa y Rota (Cádiz). Un viaje de verano que tuvo que interrumpir ante las fuertes críticas, que dijo no comprender.
A finales de enero de 1990, el Azor navegó hasta Ferrol, donde finalmente fue subastado y adquirido por un empresario burgalés. Actualmente, el yate se oxida en tierras castellanas, en la localidad de Cogollos. G.M.

Ciento cincuenta mil muertos en el armario de la Presidencia española de la Unión Europea
Miguel A. Rodríguez Arias (El Plural) - 22 Agosto 2009 En nuestro país se siguen violando hoy, día tras día, los derechos humanos de los desaparecidos y de sus familias Surgida de entre las ruinas postbélicas de un continente arrasado, y tras el nunca más de los juicios de Nuremberg, la idea de una Europa unida se cimentó – como el propio sistema o­nU – desde la afirmación de los derechos humanos de los individuos como inviolables frente a cualquier invocación de la “razón de Estado”. La observancia de los derechos humanos primaría, pues, por encima de cualesquiera chalaneos o conveniencias políticas del momento en nombre de la patria, del partido… y de cualquier otra cosa; su contenido esencial no le sería negado a los miembros de ningún colectivo, bajo ningún pretexto: éste sería cumplido, y se haría cumplir, sin excepción, como base misma y legitimación de la entera vida política democrática. Porque de “estados de excepción” y de justificaciones sobre cuando resultaba aceptable excluir a un colectivo de las exigencias mínimas de humanidad ya se había tenido bastante durante la pesadilla precedente: el Convenio Europeo de Derechos Humanos representaría la garantía última en el marco de Europa del catálogo de mínimos consagrado en la Declaración Universal de 1948, reforzado entre nosotros, además, mediante un sistema de control jurisdiccional internacional obligatorio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Por eso mismo resulta tan inaceptable la actual situación de los desaparecidos del franquismo, y sus familias, en España – contabilizados por decenas de miles – y el amplio argumentario que ha pretendido, y pretende todavía, anteponer todo tipo de “razones de Estado” a lo que debiera ser un normal cumplimiento del contenido mínimo de los artículos 2, 3, 8, 13 y 14 de dicho Convenio, tal y como se reitera en la jurisprudencia de dicho Tribunal.

Violación de los derechos humanos

Y por eso mismo, al igual que en la primera Serbia democrática post Milosevic – condenada ante la Cámara de Derechos Humanos de Bosnia Herzegovina sobre la base de dicho Convenio Europeo –, en nuestro país se siguen violando hoy, día tras día, los derechos humanos de los desaparecidos y de sus familias; víctimas éstas últimas del “trato cruel e inhumano” de nuestras autoridades que les han condenado a esperar de por vida a sus seres queridos arrebatados, a vivir a la sombra de un “síndrome Srebrenica” que en el caso español no sé sabe ni respecto a cuantas localidades – escenario de las atroces matanzas de los victoriosos cruzados – habría que renombrar.

Preguntas

Como al Gobierno serbio, a nuestro Gobierno socialista de las políticas Ikea de “exhúmelo usted mismo” (a su padre, a su madre, a su hermano brutalmente asesinados… es increíble pero exactamente eso es lo que se ha hecho, y se continúa haciendo, en España) el Convenio Europeo de Derechos Humanos – instrumento conservador y de mínimos donde los haya – también parece quedarle demasiado grande. Quién lo diría. ¿Qué otras cosas le quedan demasiado grandes en materia de derechos humanos a este Gobierno?, ¿por qué?, ¿qué pensarían históricos del partido ya fallecidos y – lo más importante todavía – qué piensan otros responsables igualmente callados como si también lo estuviesen ante todo este entusiasta copia-pega de Franco y su metodología, franquista, de tutela de los derechos humanos en el caso de los desaparecidos? Qué silencio atronador el de las filas socialistas, cuando es de la grave violación de derechos humanos, y de un trato inhumano a personas de muy avanzada edad, indefensas, de lo que se trata.

Última esperanza

Y el caso es que pareciera que uno no se hace socialista para hacer lo que diga su Gobierno sino para defender ideales tan irrenunciables como los derechos humanos, la solidaridad con los que sufren, la justicia… incluso a pesar de lo que su propio Gobierno socialista diga. Aquello que decía Pablo Iglesias que había que llevar a todas partes… con permiso de los que ahora acaban de cargarse también la justicia universal…Impacta el legado concreto en materia de derechos humanos y justicia universal (la misma que resistió 25 años, incluidos los precedentes 8 años de Gobierno Aznar) que van a dejar tras de sí nuestros actuales gobernantes, ¿Alguien ha iniciado algún tipo de reflexión al respecto en el seno del PSOE tras el reciente comunicado de Amnistía Internacional y del Human Rights Watch? Porque sea cual sea la coyuntura lo mínimo que podemos esperar de un gobierno socialdemócrata es que defienda los Derechos Humanos, más aun los de aquellos que no pueden defenderse por sí mismos, y habían hecho de España su última esperanza. ¿Qué les parecería la eliminación de la justicia universal a los miles de brigadistas internacionales que vinieron a España a dejarse la vida, únicamente impulsados por esa misma idea de solidaridad humana cuando las víctimas indefensas a proteger eran las españolas?

No Génova

Y luego nos molestaremos porque el Comité Internacional de Derechos Humanos nos acaba de decir que desde 1996 no se han producido avances en materias sustanciales de derechos humanos en España. Desde 1996. El Comité Internacional de Derechos Humanos, no Génova.

Drama

Algo demasiado importante se ha debido perder en el camino de nuestra (re)construcción Europea – y en algún otro lugar – cuando estamos otra vez con éstas ante el drama de los desaparecidos de Franco. Ante algo tan básico como el hecho de que el contenido esencial de los derechos humanos de varias decenas de miles de personas “no se toca”: el contenido esencial de los derechos humanos se cumple y se hace cumplir con toda normalidad, lo estime o no oportuno para su agenda política quien sea. Sólo un centímetro más allá de haber garantizado su efectivo y normal cumplimiento puede y debe tener lugar la política y las “razones de Estado”; si es de política democrática de lo que estamos hablando y no de una vuelta a empezar en nuestro continente.

Valores

Dice la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea que la Unión está fundada sobre los valores indivisibles y universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, y se basa en los principios de la democracia y del Estado de Derecho. Que al instituir la ciudadanía de la Unión y crear un espacio de libertad, seguridad y justicia, se sitúa a la persona en el centro de su actuación.

Gravedad

La situación de los desaparecidos del franquismo y sus familias desafía todo ello, además de resultar de demasiada urgencia, de demasiada gravedad, para tanto intento de andar haciéndole regates, a sabiendas, a toda la legalidad internacional en la materia. Simplemente porque a muchas de estas personas apenas les queda ya tiempo para volver a ver a sus pequeños, para recuperar a sus seres queridos por última vez antes de morir. Y eso es lo primero que nuestro Gobierno del PSOE les está negando en nuestro país, junto a otras cosas igualmente irrenunciables ampliamente reconocidas por el derecho internacional. ¿Cómo es eso posible? Más aún, ¿cómo es eso posible sin crítica interna alguna ni un amplio debate sobre lo que se está haciendo en todo este tema?

Posibel y debido

Un gobierno socialdemócrata de una España de derecho, democrática y constitucional – a la altura ambos de su propio nombre – que reestablezca dentro de su territorio el normal cumplimiento de los derechos humanos del Convenio Europeo que jamás debió faltar es algo posible y debido.

Desaparecidos

Como también lo es una Presidencia española de la Unión Europea que impulse con más razón – consciente de su responsabilidad moral, aún segundo país del mundo en número de desaparecidos, tanto como del desprestigio internacional del reciente caso de desapariciones de los vuelos de la CIA en Europa – una iniciativa internacional y diplomática de la misma UE en pro de la ratificación del nuevo Convenio o­nU contra las distintas formas de desaparición forzada, y en particular contra la todavía desatendida lacra de la desaparición forzada infantil en el planeta.

Homenaje

Cumplido en España el Convenio Europeo de Derechos Humanos y los deberes de “verdad, justicia y reparación” una tal contribución de la reestablecida democracia española en defensa de otros miles de pequeños hoy amenazados – y para la reunificación de sus familias de los ya desaparecidos – sería la mejor forma de homenajear y honrar la memoria de nuestras propias víctimas, en lugar de una Presidencia española de bombo y platillo… con más de 150.000 desaparecidos en el armario. Los errores se pueden rectificar y reparar poniendo el esfuerzo necesario, los grandes errores también, incluso los terribles. Muchos depositamos nuestra confianza en ZP cuando prometió no fallarnos, y de lo que aquí estamos hablando es de cumplir con los derechos humanos de unas víctimas a las que en la vida se lo han quitado todo, y lo único que les queda ya es que el Estado les devuelva a los seres queridos que les arrebató.

http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=37203

jueves, 27 de agosto de 2009

El amor que sobrevivió a la guerra

A sus 92 años, Julia García relata con detalle el sufrimiento vivido en tiempos de la contienda civil y los años de felicidad que pasó al lado de su marido, Juan Antonio Cabezas






Julia pasea con Juan Antonio el día que éste abandonó la cárcel. reproducción de t. cascudo

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Fotos de la noticia

Tapia de Casariego

Julia García nació en el año 1917 en un pequeño pueblo llamado Santa María de Villandás (Grado). El destino quiso que en su camino se cruzara el escritor y periodista Juan Antonio Cabezas, con el que años después contrajo matrimonio y que marcó y determinó su vida. Ahora descansa y vive junto al mar, añorando a su marido, en una preciosa casa de Tapia de Casariego.

Julia ha comenzado a releer a su marido y lo hace con esa mezcla de ilusión y añoranza que se siente hacia quien se ha ido. Aunque Cabezas falleció hace 16 años, Julia no olvida ni por un instante la intensa vida que vivió a su lado.

Pero como toda historia, la de Julia tiene un principio que ha de buscarse en su infancia moscona. Nació en una familia de seis hermanos y de pequeña se fue a vivir con su tía a San Martín de Belmonte. Fue en el año 1929 cuando su prima y madrina contrae matrimonio con Juan Antonio, con el que llega a tener tres hijos. Esa boda determina el futuro de Julia, ya que la llevan consigo a Oviedo para que pueda estudiar el bachiller. Logra superar tres cursos hasta que la revolución del 34 lo paraliza todo.

Juan Antonio se vio obligado a salir de Oviedo por posibles represalias pese a que, aclara su familia, «siempre se consideró un liberal sin partido». El caso es que decide marcharse a San Martín y después de un periplo por varias ciudades regresa a casa. En medio de esta caótica situación fallece su mujer enferma de tifus y es Julia, nuestra protagonista, la encargada de hacerse cargo de sus tres hijos. «Ya antes de que mi prima falleciese yo la ayudaba y, de hecho, siempre decía que lo único que había hecho ella había sido traerlos al mundo, que lo demás era cosa de "mi julina", como me llamaba», cuenta.

Julia se queda entonces en San Martín con los tres pequeños y más tarde marcha con Cabezas a Gijón. Corre el año 1936 y cuenta Julia que pasaron mucho miedo. «Vivíamos muy cerca de la playa y me acuerdo de escuchar los bombardeos; entonces salíamos corriendo y buscábamos protección en la playa». El 20 de octubre del 37 la situación se vuelve insostenible y toman la decisión de que Julia regrese al pueblo con los niños, mientras Cabezas intenta una huida por mar. Huida fallida, pues los capturan y trasladan hasta el campo de concentración de Cedeira.

Aún recuerda Julia su primer viaje a Galicia para ver a Cabezas. Dice que fue un viaje muy largo, primero en autobús hasta Betanzos y después en tren. Pero también relata las ganas que tenía de ver a su padrino, a quien Julia admiraba, quería y también, aunque secretamente, ya amaba. Tras ese primer encuentro, trasladan a Cabezas a Camposancos, donde lo condenan a muerte, y después a Celanova. Cuenta Julia como vivió aquellos momentos sufriendo por él e intentando sacar adelante a tres niños pequeños.

Un pequeño golpe de suerte permitió a Cabezas evadir la condena de muerte. Lo eligen para participar en la fundación del periódico «Redención», publicado por presos, y lo trasladan primero a Vitoria y luego a Madrid. No obstante, lo hacen creyendo que sólo estaba condenado a cárcel y sin saber nada de su pena de muerte. Él siempre temió que le descubrieran y se ejecutara la sentencia. De forma paralela, Julia decide que los niños deben estar lo más cerca posible de su padre, así que hace las maletas y marcha a Madrid. Allí busca un colegio para los niños y organiza su vida. Corría el año 1939 y Julia se enamora del Madrid de la época, donde siguió residiendo hasta hace tres años.

En Madrid, Julia procura visitar a Juan Antonio una vez a la semana. Aquí es donde deciden casarse, haciendo oficial una unión ya sólida desde hacía años. «Yo estaba enamorada de él desde hacía mucho tiempo», confiesa Julia. El 18 de marzo de 1943 Julia y Juan Antonio se casan en la cárcel de Yeserías con un puñado de amigos cercanos por invitados y unas horas de felicidad. El matrimonio aún tuvo que esperar un año más para disfrutar de su vida en libertad. Cuando salió de prisión nunca más se separaron.

Juntos tuvieron dos hijos y una vida plena en los círculos culturales y artísticos de la capital. El Centro Asturiano de Madrid funcionó como su hogar y el de otros asturianos emigrados a la capital por motivos laborales. Juan Antonio siguió escribiendo y Julia fue su guía, a quien pedía consejo y daba a leer sus trabajos. Según dice su familia, «fue la mujer que le ayudó a vivir la vida». Julia le regaló toda su juventud y renunció a casi todo por su marido, pero jamás se arrepintió del camino elegido pues conoció a «una persona maravillosa».

Nacimiento

En 1917, en la localidad moscona de Santa María de Villandás, aunque con seis años se trasladó con su tía a un pequeño pueblo de Belmonte.

Destino

El periodista y escritor Juan Antonio Cabezas se cruza en su vida en 1929. La guerra los separa y une a la vez. La muerte de su mujer, madrina de Julia, la obliga a cuidar de los tres hijos de Cabezas.

EN RECUERDO DE LOS FERROVIARIOS FUSILADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

ARMH exhumará restos de 8 ferroviarios fusilados y enterrados en Palencia



Palencia, 27 ago (EFE).- Las Asociaciones para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH)de Valladolid y Palencia exhumarán los cadáveres de dos fosas en el término palentino de Villamediana para recuperar los restos de al menos ocho hombres que trabajaban como ferroviarios y fueron fusilados durante la Guerra Civil Española.

Será el próximo sábado cuando los voluntarios de la Asociación para la Recuperación Histórica, coordinados por el arqueólogo Julio del Olmo, procedan a la exhumación de dos fosas localizadas en el término municipal de Villamediana, en la provincia de Palencia, según ha precisado a Efe el presidente de la ARMH de Palencia, Pablo García Colmenares.

Las primeras catas indican que en una de ellas hay enterrados ocho hombres, todos ellos trabajadores de lo que por aquel entonces era la Compañía de Ferrocarriles del Norte en Venta de Baños (Palencia), ya que se han encontrado botones de ferroviario, ha indicado García Colmenares.

En la otra fosa todavía no saben con qué se van a encontrar, ya que en esta zona hay entre 6 y 7 fosas con personas enterradas durante la Guerra Civil y solo cuando las abran sabrán, por la información que tienen, a quién pueden corresponder los restos hallados.

"Según el número de cuerpos que encontremos y sus características sabremos si son los tres vecinos de Hontoria de Cerrato, que estamos buscando o los cinco de Venta de Baños", ha indicado García Colmenares.

Además en esta zona la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se encuentra con el hándicap de que en Venta de Baños había mucha población flotante que trabajaba en el ferrocarril y cuando alguno de ellos era asesinado, sus familiares huían a sus pueblos de origen.

"De ahí la dificultad a la hora de recabar información entre los familiares", ha indicado el historiador.

Los voluntarios de la ARMH trabajarán durante todo el fin de semana en estas dos fosas y después, el próximo lunes, harán lo mismo en otra fosa localizada en Moratinos (Palencia).EFE 1010336

miércoles, 26 de agosto de 2009

Pamplona. El arco político al completo excepto el PP rechazó y condenó ayer los ataques contra el monumento a los fallecidos en la fuga de San Cristóbal y contra la placa de los fusilados en la Guerra Civil situada en el cementerio de Aizoáin, acción en la que se realizaron también pintadas de simbología fascista en recuerdo "a los caídos en la cruzada". UPN afirma que las ideas "pueden ser defendidas a través de la palabra pero nunca con coacciones o violencia", Nafarroa Bai pide, además, que "se investiguen los hechos con urgencia", el PSN critica el "comportamiento irracional" de quienes no defienden los valores democráticos y CDN afirma que rechazar la violencia "es un fin político en si mismo".

En un comunicado, UPN añade que estos hechos "son totalmente rechazables en democracia" y subraya que los ciudadanos "quieren vivir en armonía, en una sociedad sin violencia donde imperen los principios del Estado de Derecho". El portavoz del Gobierno de Navarra, Alberto Catalán, preguntado sobre si el Ejecutivo va a iniciar algún tipo de investigación para encontrar a los autores del suceso, dijo que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad "localizarán a las personas o colectivos que han llevado a cabo este tipo de actos", una vez que tengan la denuncia pertinente. Añadió que, "en cualquier hecho delictivo", una vez que se presenta la correspondiente denuncia, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "actúan" e "inician las investigaciones oportunas".

nabai, ataques fascistas Nafarroa Bai manifiesta su "firme condena ante los ataques fascistas y de ultraderecha ocurridos en los últimos días en Navarra". En una nota, la parlamentaria Mª Luisa Mangado pide que se arreglen los daños causados "lo antes posible" y se investiguen los hechos "con urgencia". NaBai hace un llamamiento a todas las fuerzas políticas para que "denuncien también este tipo de violencia, y no se sirvan, como hacen algunas, del silencio ante hechos fascistas como estos". La coalición valora que este tipo de acciones "se enmarcan dentro de una serie de hechos fascistas similares, sobre los que no se ha tenido conocimiento satisfactorio de las investigaciones". Desde Batzarre, formación integrada en NaBai, se reclama también a la Delegación del Gobierno que actúe contra estos hechos "planificados" que "se han convertido en algo sistemático". Añade que estos ataques suponen una "agresión a las víctimas de la violencia franquista" y un ataque "contra la propia sociedad democrática", y precisa que ha pasado "demasiado tiempo sin ser justos con estas víctimas", por lo que "ahora merece la pena no mirar para otro lado y trabajar para que estas actitudes intolerantes sean desechadas de nuestras sociedad".

El PSN, en palabras de su secretario general Roberto Jiménez, condena el ataque "impropio de demócratas" y señala que "quienes como único instrumento sólo conocen tanto la amenaza como el terrorismo deben ser erradicados de nuestra sociedad democrática". "El único medio legítimo para alcanzar un fin debe ser el uso de la palabra y la defensa de la ideas", afirma en una nota.

CDN subraya que "no podemos quedar impasibles ante cualquier tipo de violencia, aunque ésta se pueda considerar de baja intensidad". Además, muestra su convencimiento de que "los instrumentos del Estado de Derecho garantizarán que la violencia jamás doblegue la voluntad de esta sociedad de vivir en paz y libertad", y asegura que "lograrán que los responsables de estos actos tengan el castigo que merece". Añade que la inmensa mayoría de la personas apuestan por la pluralidad y por una memoria histórica que supere rencores y venganzas. La izquierda abertzale también rechazó ayer estos actos vandálicos. >d.n.

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El Gobierno de Aragón estudia multar con hasta 300.000 euros la apertura de una fosa
Acusa a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de incumplir una ley al exhumar dos cuerpos en Calatayud
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 24/08/2009

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) se enfrenta a una posible multa de entre 60.101 y 300.506 euros por la apertura de una fosa común en Valderarnero (Calatayud) el pasado 17 de julio. El Gobierno de Aragón ha remitido una carta al colectivo informándole de que considera que ha incumplido la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés al exhumar los restos de dos fusilados de la Guerra Civil sin la autorización del Director General responsable del Patrimonio Cultural, lo que, según su régimen sancionador, supondría una "infracción grave" castigada con multas de hasta 300.506 euros. En la carta, el Gobierno de Aragón le pide a la ARMH que le envíe un informe detallado de las actuaciones realizadas con el fin de valorar el expediente sancionador. El director general de patrimonio daba un plazo de 20 días para el envío de este informe. Ese plazo expiró el pasado viernes.

El vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, confía en que el Gobierno de Aragón no cumpla su amenaza. "Si lo hace, estará castigando a los familiares de las víctimas, que son los que promueven la apertura de esta y de todas las fosas. Nosotros no vamos abriendo fosas por España; a nosotros nos llaman los familiares para pedirnos ayuda y cuando se puede, exhumamos los restos. En este caso, pedimos permiso al ayuntamiento de Calatayud, que además, era propietario del terreno donde se encontraba el enterramiento clandestino y nos lo dio. En un principio íbamos a hacer sólo una prospección, pero los restos aparecieron porque estaban a apenas 20 centímetros del suelo y no podíamos dejarlos allí", explica.
La ARMH recuperó en esta fosa los restos de dos republicanos fusilados en 1936. Para el Gobierno de Aragón se trata de un yacimiento arqueológico que como tal está protegido por la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés. En la carta remitida a la asociación, explican que al ser advertidos de la exhumación de Calatayud, enviaron a tres técnicos acompañados por el Consejero de Obras del Ayuntamiento de Calatayud, Miguel Lavilla, y constataron la intervención arqueológica y la posterior retirada de los restos óseos localizados.

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PABLO YAGÜE ESTEBARAN

Nació en una aldea de Segovia, una zona muy pobre, simplemente el paisaje ya inspira miseria. Su familia tenía algunas tierras y animales, para consumo propio y ganar algo de dinero para comprar lo demás. Trabajaba como panadero. Vino a Madrid y tomo el mando del sindicato de artes blancas (panadería). También se afilió en el PCE. Según su hermana Antonia, fundó una Casa del Pueblo de la CNT. Fue uno de los fundadores del periódico "La Libertad". Como miembro del PCE viajó con frecuencia a Rusia para contactar con el partido y recibir instrucción. He sabido que fue Secretario General en 1935. Y en el partido conoció a mi abuela, Dolores Moreno, hacia 1930. Al inicio de la guerra estuvo en el frente, pero le hirieron y volvió a Madrid. En octubre de 1936 se constituyó la Junta de Defensa de Madrid y fue nombrado Delegado de Abastecimiento. Poco después, creo que en noviembre, "puso" las cartillas de racionamiento, para tratar de que la poca comida que había se distribuyese de la forma más justa posible, según el número de personas de cada familia, para intentar que hubiese para todos, aunque fuese poco, y evitar el estraperlo. Honrado hasta el punto de que mi abuela hacía "la cola" como cualquiera y si "cerraban la puerta" antes de que le tocase, pues se iba a casa con la cesta vacía.”
“El 23 de diciembre de 1936 fue herido de bala volviendo a Madrid por la carretera de Alcalá de Henares. Le disparó un miembro del partido. El acto fue condenado como atentado, achacado a las diferencias internas del partido, entre comunistas y anarquistas. Pero no está claro que fuese premeditado, había un control de entrada, trataron de que no siguiese y él continuó, hay versiones que cuentan que contestó mal al que le paró (lo que no justificaría un disparo tampoco)... Aunque según me contó mi abuela, la sensación que él tuvo fue que habían preparado la excusa, como a quien le dan el "paseíllo". La teoría de su hermana es que había sido una conspiración porque había miembros del partido que le tenían envidia y querían "quitarle de en medio". Sea lo que fuese, los que formaban el control fueron detenidos, juzgados y puestos en libertad pocos días después.(…)
Para la familia la guerra fue un “sin vivir”, siempre huyendo, con lo justo. Como solía saber con antelación cuándo y dónde iban a bombardear, enviaba un coche del partido para trasladar a mi abuela y sus hijos a un lugar "seguro", fueron llevándoles por toda España. Cuando tomaron Madrid pudo irse, exiliarse, pero no quiso, siguió luchando por sus ideales, intentó dar la vuelta a la situación. A veces les despertaban de madrugada para avisar de que venían a buscarle y tenían que salir corriendo.(…) Fue condenado a muerte y después absuelto o algo así y puesto en libertad. La segunda vez que le detuvieron, fue ya en el 43. Según algunos artículos fue también miembro del Comité Provincial de Madrid del PCE. Marcos Ana dice que era bueno como un pan candeal y que todo el mundo recurría a él para pedirle consejo. Cipriano Mera, en su biografía, confirma que su ideal era la unidad de la izquierda.”

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martes, 25 de agosto de 2009

LICINIO MORALES GOMEZ

Creemos que nació en San Esteban de Valle (Avila) era médico y tenía un pequeño negocio allí. Se casó con Leonor Perez (maestra de escuela) y tuvieron 4 hijos. El mayor (Zósimo) también se incorporó a filas y desapareció. Licinio era capitán o teniente del ejercito republicano en Madrid. Permaneció preso 7 años y su útima carta comienza así: En capilla a 10 de junio de 1943..."
(Testimonio familiar)
"(...) Ahora salgo para Yeserías y seguramente mañana me trasladan a Porlier a la provisional donde sólo comunicamos los lunes y por lo tanto me alejo de vosotras, mañana por la mañana podemos aun comunicar en Yeserías. Lo primero que tenéis que hacer es ir al defensor …… y que él os oriente de lo que tenéis que hacer y cómo es abogado él mismo tiene que hacer el escrito para el capitán general de indulto . Lo primero que hacen es pedir informes al pueblo y si informan bien me conmutarán y si informan mal me fusilan (...)"



"En Capilla a las 12 horas de la noche del día 10 de Junio de 1943.
A mi queridísima Leonor: Nadie como tú sabes el bien que siempre quise hacer por la humanidad, que fui incapaz de cometer un crimen sólo deseo que esto quede a mi memoria, mi honradez …. Siento morir sólo por ti como madre de mis hijas y esposa querida. Procura ser fuerte y vivir para que la educación de nuestras hijas sea modelo de virtudes: Cuida de ellas que ellas cuidarán de ti porque mi Porfidia hija de mi corazón eres una santa e igual que atendiste a tu papá hasta morir cuida de tu madre. Raquelita siento no haberte visto tanto tiempo lo mismo que digo a Porfi es para ti también y como mi Coralito es tan pequeñita sólo tendrá recuerdos remotos de su papá pero vosotras sabréis cuidarla y hacerla mujer. No pensé nunca que me matarían por tener la conciencia tranquila de haberlo sabido os hubiera orientado para que pudieráis vivir de nuestra industria. Todos mis anhelos se acabaron(...)"

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lunes, 24 de agosto de 2009

EUSEBIO ARESTE FERNANDEZ in memoriam

Fue el último alcalde republicano de Paracuellos del Jarama, elegido durante la guerra. Jornalero de profesión, pertenecía a la cooperativa de pan que había en la localidad.
Fue fusilado en el cementerio del Este de Madrid el 2 de diciembre de 1939.


"« A todos nosotros nos culpaban de lo que pasó con los presos, aunque la gente del pueblo no tuvo nada que ver en absoluto con lo ocurrido. Llegaron incluso a fusilar a gente por el simple hecho de ser de Paracuellos.» Eusebio Aresté Fernández, hombre de izquierdas muy moderado, era alcalde de Paracuellos cuando empezó la guerra. Su hijo Ricardo tenía entonces diecinueve años. La población del pueblo sumaba por aquellas fechas unos 1.600 habitantes, la gran mayoría de los cuales trabajaban en el campo.Serían alrededor de las ocho de la mañana del 7 de noviembre de 1936 cuando Ricardo salió de su casa para dirigirse a la Cooperativa Popular de Paracuellos, donde trabajaba. Era deber suyo abrir a aquella hora la tienda de comestibles. Mientras caminaba por la calle, oyó, de repente, el ruido de una serie de ráfagas y gritos que subió desde allí abajo, hacia el río. (...) Eusebio Aresté, fue fusilado por los franquistas. Su crimen: haber sido alcalde de Paracuellos cuando ocurrió una matanza de presos en la cual no había intervenido para nada."
("Paracuellos: Cómo fue." de Ian Gibson)

de Manuel|Notas sobre Manuel|Perfil de Manuel
Hoy 24 de Agosto del año 2009 se cumple el 65 aniversario de la liberación de París.Compartir
Hoy a las 9:20

65 aniversario de la liberación de París.

POR LA RECUPERACION DE LA MEMORIA HISTORICA


65 aniversario de la liberación de París
Los españoles que liberaron París




Por Eduardo Pons Prades
Publicado en Internet por: Equipo Nizkor





EL 24 de agosto de 1944, a las 21.22 horas, llegaban a la plaza del Ayuntamiento de París varios half-track (autos oruga blindados) y un tanque Sherman (el Romilly), que constituían la vanguardia de los ejércitos aliados. Los primeros llevaban, en el morro y en sus flancos, nombres memorables de la guerra de España: Madrid, Jarama, Ebro, Teruel, Guernica, Belchite, Guadalajara, Brunete y Don Quijote. Eran las dotaciones de la 1ª, 2ª y 3ª secciones de la famosa IX Compañía (incluso los franceses la llamaban la Nueve), del Regimiento del Chad. Las mandaban el zaragozano Martín Bernal, el madrileño Federico Moreno y el andaluz Monto- ya, secundados por el catalán Elías (herido en las calles de París por un francotirador), el canario Campos y el valenciano Domínguez. Con el resto de las dotaciones, un total de 36 ex soldados del ejército republicano español. Los cuatro tripulantes franceses del Romilly completaban el destacamento, que, con toda justicia, llamaron los liberadores de París.
El primer blindado que llegó a la plaza del Ayuntamiento -cuenta Moreno- fue el Guadalajara. Este blindado, con tripulación exclusivamente extremeña, sería también el primero en arrancar hacia la vecina calle de los Archivos, cuando se nos indicó que allí había un nido de resistencia alemán. Pero los primeros disparos que las fuerzas aliadas efectuaron en París se hicieron desde el blindado Ebro, mandado por el canario Campos y conducido por el catalán Bullosa.

Por las calles laterales de los Campos Elíseos y en las cercanías del Arco del Triunfo patrullaban Alfredo Piñeiro y Paco Izquierdo, abordo de su blindado Fort Star. Este ultimo se quedó mudo cuando una muchacha, tras los besos y abrazos de rigor exclamó: ¡Eres el primer soldado francés al que beso!

Piñeiro me contaba no hace mucho en Barcelona que fue él quien repitió una vez más la cantinela que venían entonando desde que penetraron en los arrabales de París: ¡Somos rojos españoles!, al tiempo que enarbolaban la bandera tricolor republicana española, que ondeaba en todas las torretas de los blindados. Así fue, en efecto -confirma el capitán Dronne, jefe de la Nueve-; yo no sé de dónde sacaron aquellas banderas, pero como en realidad era la bandera de su patria, nadie hizo la menor objeción.

Lo cierto es que no fue ésta la primera vez -ni la última- que los republicanos españoles dieron la nota -y no solamente en el ejército francés- como recalca Martín Bernal con toda la razón del mundo. Por eso -caso único en todos los ejércitos aliados de la Segunda Guerra Mundial-, cuando la Nueve recibió su cupo de blindados nuevos en el campamento de Hull, al este de Liverpool, una delegación de españoles fue a pedir autorización al mando para bautizar -tras haber escogido ellos los nombres- los half-track que acababan de entregarles.

Breve anecdotario ibérico

Se hizo la asamblea de los españoles, que fue, como es fácil de imaginar, tumultuosa, ya que desde Pasionaria a Durruti, pasando por las siglas del POUM, salieron nombres para bautizar mil blindados. Hasta que los jefes de sección (Moreno, Granell, Elías) decidieron cortar por lo sano y darles nombres de batallas de la guerra de España. Y al mío -terció Moreno- le pondremos Don Quijote, por ser "el papel que estamos desempeñando nosotros desde que salimos de nuestra tierra". La inscripción de los nombres se confió al que tenía mejor letra de todos: al reusense Antonio V. B. Clarasó, Bamba, antiguo alumno del reputado instituto-escuela de la Institución Libre de Enseñanza y jefe de municionamiento de la Nueve.

Fuimos nosotros, claro -¿quién querías que fuese?-, los que inventamos el mercadillo de prisioneros alemanes, puntualiza el valenciano Domínguez.

El general Eisenhower había dado carta blanca a determinados comandos suyos -los del III Regimiento de Paracaidistas, entre otros-, pero prohibió a sus unidades regulares que franquearan el río Loira.

Por aquellos parajes combatía entonces la II División Blindada de Leclerc. Los americanos competían en la captura de soldados enemigos, y no solamente por la obsesión de superar marcas en las unidades combatientes -como si se tratase de competiciones deportivas-, sino porque con ello obtenían distinciones y sobre todo permisos especiales, a modo de recompensa.

Como los hombres de Leclerc, y los españoles en particular -que se adaptaron como nadie al modo de guerrear por libre de Leclerc-, y con sus half-track patrullando siempre en vanguardia, podían ir de un lado a otro y saltar el Loira tantas veces como les viniese en gana, enseguida se estableció el intercambio de prisioneros por material bélico u otras mercancías procedentes de la intendencia militar.

Los prisioneros procedían de la II División Blindada, pero también de adquisiciones efectuadas en las zonas guerrilleras que iban cruzando los blindados de Leclerc. Guerrillas en las que casi siempre combatían republicanos españoles, y hacia las que se dirigía el material bélico ligero adquirido a cambio del lote de prisioneros.

Tan intenso llegó a ser este tráfico de alemanes capturados que no tardó en establecerse un baremo apropiado a las circunstancias: por cinco soldados los americanos daban un jerrican de gasolina de 20 litros; por diez, dos jerricans o dos pares de botas de media caña.

La gasolina era -ya entonces- la moneda básica de cambio. Luego vendrían las metralletas -una por veinte soldados-, algunas de la cuales terminarían su carrera en la guerrilla de las sierras ibéricas, y así ab libitum.

El intercambio estaba condicionado, en lo que a soldados y suboficiales se refería, a material o armamento ligero. Por tres oficiales de Estado Mayor se llegó a obtener una motocicleta. Y si eran SS, al vehículo de dos ruedas se le agregaba el sidecar. Por un general alemán, los americanos regalaban un vehículo todo terreno (jeep).

El chalaneo, sintetizado en una muy curiosa jerga anglofrancoespañola, comportaba, por lo regular, una propina: botes de carne en conserva, cajitas de chicle, cartones 'de tabaco rubio, petaqueras de whisky o algún neumático.

Este trueque, que se realizaba desplegando dotes de ingeniosidad increíble, ya que los mandos americanos y franceses no lo veían con buenos ojos, divertía tanto a los hombres de la División Leclerc que a veces entregaron a los guerrilleros todo el material obtenido de manos americanas a cambio de prisioneros procedentes de la guerrilla, sin obtener el menor beneficio. Muy bajo cayó el ejército de la raza superior, es verdad -me confesó un día Cortés en Barcelona-, y nosotros nos tomamos una buena revancha a cuenta de lo que nos habían hecho en España durante nuestra guerra.

Alguna que otra vez, los oficiales de Estado Mayor o los generales no tenían de tales más que el uniforme, ya que habían sido ascendidos por los españoles de la Nueve para altipreciar el trueque, Lo más difícil de falsificar eran los siniestros SS, porque los soldados de las unidades regulares alemanas se hubiesen dejado despellejar vivos antes que enfundar su cuerpo en un uniforme con las dos fatídicas letras bordadas en las solapas.

En determinados casos -¡lo que son las cosas!-, el trueque siguió este tragicómico itinerario: por cinco soldados se obtuvieron 20 litros de gasolina y por este carburante un campesino entregó un par de orondas gallinas. O este otro: tres oficiales de Estado Mayor igual a una motocicleta, igual a un cerdo o dos corderos...

Los españoles de la columna Leclerc, de la Agrupación M y de la Fuerza L -que así se llamó sucesivamente lo que más tarde sería la II División Blindada- procedían de tres lugares concretos: de las filas de la XIII Semibrigada de la Legión Extranjera francesa, de los Corps Francs (comandos del Ejército francés) y de los campos de castigo de Africa del Norte, muy particularmente de los del desierto argelino.

En la XIII Semibrigada, los españoles (casi el 50 por 100 de sus efectivos, que rondaban los dos mil hombres) desempeñaron un brillantísimo papel en la campaña de Noruega (abril-junio de 1940), en especial desatascando la ofensiva aliada -destinada a cortar la ruta del mineral de hierro sueco (vía férrea cuyo término era el puerto noruego de Narvik)- con la ocupación de la cota 220 por parte de un grupo de legionarios españoles mandados por el gallego Gayoso.

Ante esta cota -defendida por varias máquinas automáticas alemanas-, situada más allá del Círculo ártico y apenas a 300 kilómetros del Polo Norte, ya se habían estrellado los ataques de tropas francesas (cazadores alpinos), británicas, polacas e incluso nativas, de la VI División de Alta Montaña noruega. De ahí le vino el apodo de noruegos a nuestros esforzados compatriotas que por aquellas tierras -cuya temperatura normal en la primavera de 1940 era de 30 grados bajo cero- constituirían, para asombro del mando interaliado, el grupo nacional que menos bajas tuvo por congelación.

Este fue uno de los varios "do de pecho" que los españoles dieron en Noruega. Los destacamentos españoles al llegar la noche ártica dejaban contados centinelas en las posiciones recién conquistadas -con turnos de guardia más cortos que los reglamentarios: una hora- y los demás se replegaban a echar un sueño bajo techado. ¿Y si los alemanes contraatacaban de noche y reocupaban las posiciones?, preguntó a Serapio Iniesta, uno de los veteranos de la XIII Semibrigada. Entonces los centinelas se replegaban a su vez y avisaban a sus compañeros. Y antes de que amaneciese ya los habíamos desalojado de nuevo a bayonetazos. Así de sencillo, responde Iniesta.

En su historia de la Legión Extranjera francesa, Georges Blond confirma el excelente comportamiento de los españoles: La irrupción de un fuerte contingente de ibéricos exiliados políticos no tenía precedentes en las filas legionarias. Disciplinados, resistentes, atacando el duro entrenamiento por los desiertos argelinos, los españoles, codo a codo, dando pruebas de una solidaridad excepcional, tuvieron que hacer comprender a ciertos oficiales franceses, demasiado apegados al reglamento ancien régime, que el tiempo de las bromas pesadas y de las burlas gratuitas (llamar, por ejemplo, ejército de las alpargatas a las unidades republicanas españolas) había pasado. Abundaban también los oficiales que desconfiaban de ellos, llamándoles comunistas, y proclamando que había sido un error el llevarlos con el cuerpo expedicionario francés a tierras noruegas. Sin embargo, los hechos probarían que esos rojos, o ex rojos españoles, sabían batirse como leones.

Ante la invasión alemana de Bélgica y Holanda (10 de mayo de 1940) y la amenaza que pesaba sobre el territorio francés, el alto mando francés (al que los humoristas, y no se equivocaron, llamaron el submarino sin periscopio) decidió repatriar el cuerpo expedicionario francés de Noruega.

La evacuación tuvo lugar en los primeros días de junio. Nada más pisar Inglaterra se enteraron de la entrada en París de las tropas alemanas (14 de junio) y la XIII Semibrigada fue enviada a Francia rápidamente al llamado reducto bretón, que no pasó de ser otra cruel ensoñación del mando francés. Llegaron justo a tiempo para observar la entrada en la península de Bretaña de las columnas motorizadas alemanas y verse obligados a regresar a Inglaterra a marchas forzadas.

Así que cuando De Gaulle confió a Leclerc la problemática reconquista -para la Francia Libre recién constituida en el exilio- de varias colonias africanas, el comandante de Caballería de Hauteclocque -nombre verdadero de Leclerc- tuvo que echar mano de los restos de la Infantería de Marina, de los cazadores alpinos y de la Legión Extranjera -concentrados en Trentham Park-, a los que se unirían luego varios destacamentos de tiradores centroafricanos -unos 3.000 hombres en total-, de los que la sexta parte eran españoles. Era la primera operación montada por el general De Gaulle para restablecer la soberanía y la autoridad de Francia en los territorios africanos de Camerún, Chad, Gabón y Níger, y organizar unas fuerzas armadas capaces de ocupar y gobernar dichas colonias.

Lo fantástico del caso es que, contra las previsiones de políticos y altos militares, doctos en la materia, Leclerc logró lo previsto y mucho más. y nunca olvidó que, desde el primer momento (octubre de 1940) y hasta la conquista del Nido de Aguila de Hitler, en Berchtesgaden (mayo de 1945), siempre pudo contar con sus españoles...

El ex comandante de los servicios Z del Ejército republicano, el leonés-asturiano Julián Villapadierna, me contó un día en nuestro exilio francés cómo estando destacado (durante la campaña de Francia, 1939-40) en el polígono de tiro del Ejército francés en Vierzon tuvo que organizar el adiestramiento de un nutrido grupo de alistados voluntarios en los Corps Francs, entre los que se encontraban una docena de compatriotas nuestros.

Los Corps Francs eran comandos de guerrilleros llamados a operar en la retaguardia enemiga, por lo regular en plan de sabotaje o de guerrilla. Villapadierna, por su condición de luchador revolucionario en Asturias -era maestro nacional en Cangas de Onís- y en virtud de los cursillos de especialización para los servicios Z seguidos en España durante la guerra, era un especialista consumado en la materia. En los años 1942-44 tuvimos ocasión de comprobarlo en el triángulo guerrillero Aude-Ariege-Pirineos orientales.

Traslado voluntario

Al firmarse el armisticio -tras la humillante derrota de los ejércitos aliados-, en Francia, en junio de 1940, los restos de estos Corps Francs fueron evacuados a las colonias francesas del norte de Africa. Al desembarcar los aliados allí, en noviembre de 1942, los Corps Francs fueron reorganizados y reincorporados al dispositivo militar de la Francia Libre.

Aunque en sus comandos quedaron algunos. españoles -como el capitán Miguel Buiza, ex almirante de la flota republicana española-, lo cierto es que la inmensa mayoría de los españoles de los Corps Francs -seducidos por sus compatriotas de la Columna Leclerc- desertaron y se alistaron en las filas de la II División Blindada, en vías ya de organización.

A tal decisión los españoles, muy chuscamente, la llamarían traslado voluntario. Algunos españoles de la Legión Extranjera, de la base principal argelina de Siddi-Bel-Abbés, también decidieron trasladarse a la unidad de Leclerc.

La seducción la ejercieron comandos volantes motorizados de veteranos de la campaña de Africa (octubre de 1940-mayo de 1943); entre ellos descolló el canario Campos, que llegó a obtener un jeep, tres camiones, vales militares para gasolina, comida y salvoconductos, del mando norteamericano en Argelia, con la promesa de reclutarle unos miles de españoles para formar con ellos una división de choque y ponerla al servicio de los aliados.

Aquello pudo acabar muy mal-dice Federico Moreno-, porque al comprobar que los reclutados eran conducidos hacia Marruecos -donde se estaba organizando y pertrechando la II División Blindada- los norteamericanos hicieron varias reclamaciones al alto mando francés. Pero, al saber que se trataba de soldados de un jefe tan excéntrico como Leclerc, la cosa quedó en agua de borrajas. Aquello de tal para cual caía aquí como anillo al dedo. Uno de los más valiosos seducidos -procedente de los CF- sería comandante Putz, un austriaco de las Brigadas Internacionales que moriría en combate, en otoño de 1944, en la marcha de la División Leclerc hacia Estrasburgo.

Otros recién acuñados leclercistas fueron españoles liberados de los campos de castigo del desierto argelino -auténticos campos de la muerte-, a los que faltó tiempo para empuñar de nuevo las armas contra el nazifascismo europeo allí donde estuviese: Por eso, a estos y aquellos españoles les llamaron noruegos y africanos.

Los Corps Francs -en los que combatían juntos franceses y españoles- se integrarían en la I División Blindada, mandada por el general De Lattre de Tassigny, que fue el embrión del cuerpo expedicionario francés de Italia, en el que luchaban los hombres de la XIII Semibrigada de la Legión Extranjera francesa -la de los noruegos- cuyos supervivientes procedían del Africa Ecuatorial francesa, donde dejaron a Leclerc tras haber conquistado Chad y parte de Camerún.

Luego se incorporaron al cuerpo expedicionario británico en su colonia africana de Sierra Leona. De allí, dando un rodeo por el Cabo de Buena Esperanza, desembarcaron en Sudán -otra colonia británica del este de Africa-, desde donde participaron en la reconquista de Eritrea, antes de subir a recuperar -para la Francia Libre- Siria y Líbano, en el Cercano Oriente. Esto sucedía en junio de 1941.

Después se reconstruyó otra vez la XIII Semibrigada, en Alejandría (Egipto), que luego fue encuadrada en el dispositivo del VIII Ejército británico, mandado por el general Montgomery, con el que. combatirían hasta expulsar de Africa del Norte a los ejércitos alemanes e italianos, en mayo de 1943. Esto, tras protagonizar la heroica resistencia de la posición Bir-Hakeim (mayo de 1942) y el encuentro con los españoles de Leclerc -que llegan del corazón de Africa-, en enero de 1943, en la capital de Libia, Trípoli.

Otros españoles -más politizados y de edad más madura- desembarcarán clandestinamente en las costas de Andalucía oriental, en particular en las de Almería, para restablecer el contacto con los grupos de resistencia antifranquistas -armados o no- que actúan en España.

Algunos de esos militantes -desde libertarios a catalanistas- traen el encargo de los aliados de sondear a sus respectivas huestes sobre sus posibilidades de respaldar -militar y políticamente- un desembarco aliado en Andalucía o en Cataluña.

El enfrentamiento entre los ingleses, con Churchill a su cabeza, que deseaban que el desembarco en las costas europeas del Mediterráneo se hiciese en los Balcanes, el bajo vientre de Europa, y los norteamericanos, que llegaron a pensar muy seriamente en hacerlo en tierras ibéricas, quizá fue una circunstancia determinante en la designación de Italia -primero Sicilia- como teatro de operaciones europeo contra las fuerzas del Eje, en espera de la apertura de lo que el otro grande, Stalin, consideraba como el verdadero segundo frente: el desembarco en Francia, primero (6 de junio de 1944) en las costas de Normandía y después (15 de agosto de 1944) en las de Provenza.

En la historia de las sucesivas unidades mandadas por el general Leclerc, los españoles republicanos destacan siempre por sus rasgos más peculiares: valientes, pero difíciles de mandar -no de manejar, puntualizará el propio Leclerc-; disciplinados, pero revoltosos; amantes de la juerga, incluso en los momentos más críticos, ejemplo de solidaridad de grupo, desprendidos, soñadores, ya ratos increíblemente temerarios...

Pero esto fue así porque Leclerc era un jefe fuera de serie, un militar anarquista en el más pleno sentido de la palabra. Así me lo calificó el reusense Bamba en amena y divertida conversación junto con varios compatriotas nuestros ex Leclerc en la sede de los veteranos de la II División Blindada, en París.

Ahora bien, ¿y no configuraron los españoles, de alguna manera, el modo de actuar de Leclerc? ¿Acaso no fueron ellos -ya desde las primeras escaramuzas, en pleno desierto, en el sur de Libia- quienes secundaron casi siempre sus travesuras?

Para convencerse de ello basta charlar con sus antiguos oficiales y jefes; es decir, los que convivían con ellos las veinticuatro horas del día. Uno, que conoció de cerca a todo tipo de militares franceses durante la campaña de Francia (1939-40), confiesa que los leclercistas parecían seres de otra galaxia. No ocurría así con la división de De Lattre de Tassingy en Italia, Francia o Alemania: aquello era un puro aburrimiento -me ha contado Millán Vicente, de la 13 SB-; aquella unidad parecía una orden monacal...; con decirte que ni los legionarios, con la carrera que llevábamos, conseguimos descongelarlos, está dicho todo.

La primera travesura fue conseguir que la bandera bicolor francesa ondease en los más apartados rincones de las posesiones galas en Africa y que Charles de Gaulle apareciese por todos lados como el jefe supremo de la Francia Libre, aunque para ello Leclerc tuviera que lidiar, en encrespadas batallas dialécticas, con obispos, como el de Douala, y con generales, como Giraud, durante un tiempo el jefe militar más mimado por los norteamericanos en un intento de desbancar a De Gaulle.

La campaña de seducción del canario Campos y otros españoles también contribuyó lo suyo a que Giraud no dispusiese de los efectivos con los que contaba para organizar, a la sombra de los norteamericanos, su propio ejército.

En el asalto -y desbordamiento- de la línea Mareth observamos hasta qué punto Leclerc confía, por enésima vez, en sus hombres para poner en marcha una operación que siguió a los repetidos fracasos de ingleses y neozelandeses ante la citada línea.

Al diseñar Leclerc la operación contra la línea Mareth, el general neozelandés Freyberg no sale de su asombro al oír decir al francés que va a salir de exploración solo, en un jeep, con su chófer, en plena noche, porque mis hombres deben descansar, le recalca.

Días más tarde, en una breve parada en Zaguán, ya en territorio tunecino, el respetable comandante inglés de un grupo de antitanques, puesto a disposición de Leclerc en Gabés, después de hacerle al propio general Freyberg los mayores elogios del general francés y de sus hombres, pide su traslado a una unidad en la que haya gentes que teman a Dios.

La siguiente travesura es su escapada por pistas del desierto, plantando la bandera francesa de la liberación en la villa de Menzuán. Cuando llegó esta noticia al Estado Mayor inglés se creyó en un error de transmisión. Porque, ¿cómo podía encontrarse la Fuerza L (Leclerc) en cabeza, puesto que su lugar estaba a retaguardia?

Leclerc y sus hombres se presentaban dos días después en la ciudad santa de Kairuán los primeros y barren a los alemanes de la Afrika Korps del macizo de Zaguán, para no detenerse hasta la capital: Túnez. Queda clara así la importante participación de la France Libre en la liberación de aquella colonia francesa.

Estas y otras travesuras harán temer que el aparcamiento de su unidad -primero en Sabratah (Libia) y después en Marruecos, cerca de Rabat- no condene a sus hombres a pudrirse en desesperante espera, mientras los anglosajones liberan Francia.

Al caer el general Giraud y sus partidarios en el ostracismo, y bajo la presión incansable de De Gaulle, que tiene en Leclerc al mejor de sus heraldos en todos los terrenos, los norteamericanos deciden entregar al excéntrico general francés los blindados prometidos, operación que se realiza a finales de 1943 y comienzos de 1944 en el campamento de Teamara, al sur de Rabat. La verdad -nos escribió Bamba- es que nosotros estábamos ya persuadidos de que nos iban a dejar allí hasta el final de la guerra, pese a que, como ya te indiqué en una de mis cartas, los ejercicios y las maniobras se realizaron sin interrupci6n, siempre a un ritmo intenso, para que estuviésemos en forma para actuar en cualquier momento.

El mando aliado "castiga" a Leclerc.

Leclerc llega a pedir a De Gaulle que le envíe al frente italiano, pero éste le dice: Paciencia, mi querido amigo, paciencia. Usted debe liberar Alsacia y Lorena..., después de París, naturalmente.

De Gaulle a ratos también juega al soñador, porque en los primeros meses de 1944 la popularidad de Leclerc en el alto mando interaliado era más bien baja. Pero el patilargo representante de la Francia Libre, con el apoyo del gobierno de Canadá y del general canadiense Georges Vanier, en particular, consigue la designación de la II División Blindada como fuerza representantiva francesa en el desembarco de Normandía.

Sin embargo, a seis meses del gran día inquieto, el general francés se encuentra todavía entre quienes no comparten el secreto de los dioses. Sólo sabe -De Gaulle se lo aconseja una y otra vez- que debe mostrarse paciente y tener confianza. Así consigue sujetarlo durante unos meses. No faltó quien le apuntó, Conociendo lo que era capaz de hacer Leclerc para no perder comba, que, de haberse enterado a tiempo, el jefe de la II División Blindada hubiese sido capaz de adelantarse a los demás... y desembarcar solo, con sus hombres.

domingo, 23 de agosto de 2009


La plataforma por la memoria histórica, Ahaztuak 1936-1977 celebrará hoy domingo un acto en Bilbao en recuerdo a las víctimas del franquismo, con el objetivo de exigir “la verdad, justicia y reparación” para ellas. A la celebración acudirá la txupinera, Sonia Polo, perteneciente a esta asociación, a la que mostró su apoyo y solidaridad tras ser objeto de “una vergonzante” campaña.

Según informó Ahaztuak, el acto se celebrará a la una del mediodía en la zona lateral del Teatro Arriaga, junto a la txosna de “Pa..Ya”, y realizó un llamamiento a participar a todas aquellas personas que estos días se encuentran disfrutando de la Aste Nagusia.

Además, destacó “la importancia” de desarrollar actos como el de mañana y que ya vienen desarrollando desde anteriores ediciones de las fiestas de Bilbao, con la pretensión de conseguir “el máximo” de implicación de la ciudadanía y de los movimientos sociales.

En este sentido, explicó que “un año mas” quieren hacer “mención especial” a la necesidad de no quedarse “exclusivamente” en lo recordatorio o lo simbólico, “por más que esto sea tambien necesario”.

“Deben de darse pasos concretos y firmes en torno a conseguir en cada lugar y de cada estamento público o institucional hechos, actuaciones concretas que aporten a esa justicia y a esa memoria democrática que aún se les adeuda a las victimas del franquismo, tanto en lo individual de cada una de ellas como en lo colectivo”, destacó.

En el acto de mañana, pretenden expresar y dar publicamente su apoyo y solidaridad a la txupinera Sonia Polo, miembro de su asociación que recientemente ha sido objeto de “una vergonzante” campaña contra su persona, a la que, posteriormente, siguió el envió de una carta anónima que contenía una bala.

jueves, 20 de agosto de 2009

Homenaje a la resistencia antifranquista en Bejes

El pasado domingo, tuvo lugar en Bejes (Cantabria-Picos de Europa) escenario de actuaciones guerrilleras, un acto en memoria de los resistentes cántabros, organizado por el delegado de AGE en la zona, el guerrillero Jesús de Cos (comandante "Pablo").

Desde Moscú, se dirigió por escrito a los concurrentes Adelina Kondrativa, presidenta de AGE, brigadista internacional agregada al mando de la Aviación en Murcia y al CG de las BBII en Albacete, posteriormente mayor del Ejército soviétivo, condecorada varias veces por su actuación contra los invasores nazis y actualmente disfrutando de una merecida nacionalidad española compartida.

Floren Dimas


Estas fueron sus palabras:


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Queridos amigos, bienvenidos a Bejes



Jesús de Cos, nuestro delegado de AGE en Cantabria, con la ayuda y apoyo de sus colaboradores, siempre firmes, han organizado un acto de homenaje a la resistencia antifranquista en las tierras de Bejes. Desde la Presidencia y Secretaría General de AGE nuestro saludo y agradecimiento por estar entre nosotros.

Las palabras que a continuación mencionamos son un homenaje a la resistencia, a la que luchó y murió por esos ideales republicanos que siguen siendo los nuestros, y a la que aún vive y lucha por un reconocimiento jurídico para el Ejército Guerrillero Antifranquista

Asistimos a un momento de cambio decisivo en el que se liquida parte de una presencia ominosa y se abre un futuro profundamente incierto pero por el que desde luego vale la pena luchar. De manera insensible ha ocurrido el fenómeno que inevitablemente había de ocurrir y que sin embargo nadie parecía esperar: Se está pasando el testigo entre dos periodos de la vida social y política, entre dos generaciones, o incluso entre dos épocas.

Durante años hemos participado como protagonistas, en un doble sentido, en el debate sobre la memoria de la dictadura y la república, hemos trabajado por devolver a su lugar histórico a todos los luchadores por la libertad, por devolver su robada dignidad a las víctimas de la represión, por situar en el recuerdo entrañable de un pueblo a sus hijos sacrificados por sus ideales y sus ansias de libertad y justicia, y hemos trabajado desde numerosas organizaciones, actividades y propuestas por conseguir que el testigo de la historia pase dignamente a manos nuevas.

Fuimos testigos y protagonistas de unos hechos que hoy deberían ser ya historia y que sin embargo hasta hoy mismo son elemento de viva polémica política y social, presente en todas y cada una de las vicisitudes actuales de nuestro país.

Y sin embargo se ha pasado ya el testigo. Para nuestra sorpresa por fin está ocurriendo el hecho que esperábamos y cultivábamos: Las organizaciones que ahora luchan y reclaman la memoria histórica reciente están formadas por numerosos jóvenes que no han conocido la dictadura o que la han vivido siendo aún muy niños.

Hay una discontinuidad, cierto, pero es la que se produjo hace ya casi cuarenta años y que preparó el camino de la oscura transición democrática, es la que produjo una generación que podríamos llamar intermedia, y que no fue ni de aquel periodo ni se implicó ya excesivamente en la lucha por dar forma a unos nuevos tiempos democráticos, y que sin embargo es la de los que hoy gobiernan el país.

Y hay una generación joven que reclama saber qué pasó, quienes fueron sus abuelos, qué historia se les hurtó, por qué razones se lucho, por qué causa se sufrieron cárceles, exilios y silencios, qué esperanzas guiaron a nuestros pueblos, y que se siente orgullosa de saberse hijos y nietos de dignos republicanos. Hoy ondean por fin nuevamente las banderas de la república como no lo pudieron hacer durante sesenta años, como pasó entre el triunfo de la Gloriosa en el siglo XIX y la proclamación republicana del 31.

Hay continuidad. Con gran esfuerzo, teniendo que dar un salto en el vacío de la dictadura y de esa generación que no vivió ni una cosa ni la otra, de esa generación última más marcada por los nuevos tiempos sesentayochistas que por las circunstancias trágicas de nuestro pasado específico y que como ya hemos dicho, hoy es dominante.

La república ya no es nostalgia sino una historia cargada de futuro, de un futuro que se hace consciente y notorio a cada manifestación ciudadana y cada acto político actual y que se presenta al alcance de la mano, de tal manera que su realización dependerá de la voluntad popular de llevar adelante con mayor o menor acierto la adecuada acción política y social.

Nos vamos colocando cada uno en nuestro verdadero lugar, y éste lugar es algo presente y actual, no el que marcaba una vieja historia, sino el que determina una historia viva que se hace presente para toda la sociedad.

Pero todo tiene su contrapartida. También para otras gentes de las nuevas generaciones el pasado se hace actualidad presente y lo piensan también cargado de futuro, también el fascismo reaparece no con su vieja cara sino con un sentido renovado, profundamente actual, profundamente vivo, no es añoranza, es reivindicació n de una forma de entender la vida, brutal, cerril, abyecta, pero profundamente arraigada en el alma de occidente. Y nuestro fascismo local sólo usa del pasado franquista símbolos y caricaturas, pero su mensaje es el mensaje globalizado de todos los fascismos actuales: racismo, humillación de los golpeados, de los vencidos, de los marginados, glorificación de la explotación del débil por el fuerte, exaltación de la irracionalidad y de la violencia más arbitraria y gratuita, encantamiento ante la tecnocracia, y una profunda inmersión en el mundo del dinero, las mafias y el tráfico de drogas y armas.

Y además, ciertamente, la derrota histórica de la izquierda, en el último cuarto del siglo pasado, ha dejado a las inmensas masas de desheredados del mundo, sin objetivos ni propuestas convincentes. La esperanza de millones de humillados y explotados está hoy en el muy improbable ascenso personal dentro de un mundo de convicciones intocables o, lo que aún es peor, en religiones y sectas.

Durante todo el tiempo pasado que se ha hecho memoria, nuestro objetivo era la libertad, luchábamos por la conquista de la libertad, sabíamos que esa lucha implicaba un duro sacrificio, veíamos a la libertad guiando al pueblo como algo evidente, y hoy esa imagen pertenece al pasado. El objetivo ha cambiado profundamente y ese es el mayor cambio que ha sufrido el mundo en estos tiempos recientes: ahora el objetivo no es ya la libertad, es la seguridad. De ella hablan cada día los periódicos, de ella se llenan la boca todos los dirigentes políticos del mundo, por ella se justifican cárceles, leyes represivas, discriminaciones arbitrarias, violencia de todo tipo, guerras devastadoras, y prácticamente cualquier crimen de Estado.

Éste es el mundo ahora y no hay otro, queramos o no. Es el resultado de una gran derrota y hemos de aprender a enfrentarlo con las armas que tenemos. Y hemos de saber que la lucha ya no es simplemente nuestra, sino de nuestros hijos y de nuestros nietos. Nuestro mensaje ha de estar cargado de historia viva para que esté cargado de futuro. Es preciso huir de recuerdos, añoranzas y hablar de motivos, de razones, de esperanzas colectivas, del imperativo categórico de nuestra necesaria rebelión, de dignidad, de aquellos viejos principios que iluminaron siglos de esperanzas: libertad, igualdad, fraternidad. No son viejos, son verdaderos, y en su verdad hay algo de ineludiblemente humano.

¿Qué hay, qué encuentran o esperan encontrar de valor, nuestros nietos en nuestro ideal republicano?

Probablemente nada concreto, solamente ese sentido genérico de civilidad y libertades, y esa inmensa ebullición de culturas, ideales, federalismo y tolerancia que ha transmitido la historia, era esencia de la IIª República. Nuestra función es mostrar la plantilla, los renglones, sobre la que los más jóvenes puedan escribir su propia historia, y esa plantilla está hecha con esos materiales.



Desde nuestra asociación hemos trabajado durante estos años reordenando los materiales que la dictadura y la transición democrática habían procurado esconder, falsificar o simplemente destruir. Hemos contribuido y no en pequeña parte a presentar a toda la sociedad esos materiales como fueron y como son, con las heridas del tiempo y la derrota pero con su integridad y categoría moral y social, hemos participado y no en poco, en la labor ardua de presentar la historia que se prohibió y se falsificó, tal como es, y de que no se pierda la memoria de nadie que hubiera dejado su vida, hubiera sido encarcelado, torturado, exiliado, represaliado o humilladamente silenciado, por sus ideales republicanos, socialistas, libertarios o simplemente su anhelo de vivir en un mundo mejor y más justo. Ahora la sociedad va teniendo cada vez más un espejo más pulido y limpio en que verse a sí misma, en que indagar sobre su historia y por tanto en que empezar a preguntarse qué hacer, qué futuro crear. Esa es la pregunta que nuestros hijos y nietos se hacen. Se hacen a sí mismos, no nos hacen a nosotros. Nuestra función no es decirles qué deben hacer sino quienes somos y ayudarles a averiguar quienes son ellos.

Compañeros: Salud y República. Muchas gracias.



Adelina Kondratieva

Presidenta de AGE. Moscú



Dolores Cabra

Secretaria General de AGE. Castellón

15 de agosto de 2009

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